RESUMEN
El objetivo fundamental de este documento consiste en analizar las
semejanzas y diferencias con respecto a los procesos de surgimiento de las
nuevas alternativas políticas tanto en Ecuador como en Bolivia desde los años
2007 y 2006, respectivamente, bajo los liderazgos caudillistas de Rafael Correa
y Evo Morales, quienes a través de nuevas constituciones posteriormente
inauguraron nuevos modelos tanto de desarrollo como de recomposición del
sistema de partidos. Un recorrido de las causas que originaron las crisis
institucionales en cada país para después ejecutar una nueva etapa política y
económica.
ECUADOR: ¿COMO NACE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA EN ECUADOR?
Se llama Revolución Ciudadana al proceso tanto económico como político
liderado por Rafael Correa, desde el 2006 al 2016; un período lleno de matices
que culmina con el inicio del período de Lenin Moreno, quien a pesar de llegar
con el mismo vehículo político Alianza País, tomó distancia de Correa y en la
actualidad prácticamente gobierna con otro estilo e iniciará un nuevo proceso a
partir de los resultados de la Consulta Popular por el Convocada para el 04 de
febrero de 2018.
Sin embargo, no nos atañe la necesidad de analizar los diez años de la
llamada Revolución Ciudadana, sino, mediante una reseña descriptiva, esclarecer
las causas de su surgimiento y compararlos con el proceso boliviano.
Para iniciar este relato, es necesario mencionar que justo en el año
2006 participé en las elecciones para Diputado Provincial Alterno de Pichincha
(hoy asambleístas), por la alianza RED–ID, que en su momento intentaba llevar
al poder al binomio Roldós – González, fracasando en su intento, pero
obteniendo alrededor de 14 escaños en el antes Congreso Nacional del Ecuador,
de los cuales tuve la oportunidad de asumir dicho cargo.
En 2008 publiqué una obra literaria denominada “Gobiernos: de la Ley del
más fuerte al hiperpresidencialismo”, en la que, en su parte pertinente,
describo desde mi punto de vista que causas políticas claves que causan el
inicio del Correismo.
Desde mi punto de vista existen varios factores que, como “bola de
nieve” se fueron acumulando, principalmente en el decrecimiento de la
confiabilidad hacia el sistema de partidos, a los cuales se les fue atribuyendo
las crisis económicas y políticas. Estos factores son:
·
El Salvataje Bancario y la Caída de Jeamil Mahuad.
“Apareció la figura de otro exitoso alcalde de Quito, Jamil Mahuad,
quien gozaba de mucha credibilidad principalmente en la sierra. Tuvo que
enfrentar, ya en segunda vuelta, a una nueva figura en política: el empresario
Álvaro Noboa, a quien ganó en un estrecho margen. El comienzo de su gobierno
gozó del apoyo total del pueblo, más aún cuando se logró la firma de la paz con
el Perú. Sin embargo, una crisis económica iba proporcionalmente en aumento”[1]
Dicha crisis económica (1999) iba a terminar con el congelamiento de
cuentas bancarias y la irreversible dolarización, dejando al desnudo la
participación económica de los bancos en las campañas electorales y
desprestigiando a la clase política; esto también se confirma según Patricio
Moncayo, “Sin duda, los partidos que lideraron, junto a los militares el
proceso de “reestructuración jurídica del Estado” en 1979, perdieron el impulso
y el liderazgo de la reforma política. Esta se vio poco a poco dejada de lado,
a medida que los avatares de la crisis del sector externo de la economía
planteaban otras prioridades”.” La que se reinstaló en 1979, se estrelló con los
“pueblazos” de 1997, 2000 y 2005. Pero en ambos casos se erosionó el estado de
derecho”[2].
·
El surgimiento de Lucio Gutiérrez.
Sin duda alguna el primer tubo de ensayo, sobre el alejamiento del apoyo
popular a aún no denominada partidocracia, fue el triunfo electoral de Lucio
Gutiérrez en 2002, “Los resultados electorales, decía la información de
prensa, revelan que Lucio Gutiérrez, Álvaro Noboa y León Roídos “vienen a
ocupar el espacio de movimientos como la Izquierda Democrática, el Partido
Social Cristiano y la Democracia Popular”. En efecto, los partidos que habían
dominado la escena del retorno a la democracia en 1979, fueron derrotados en
las elecciones presidenciales, aunque mantuvieron su poder a nivel
parlamentario”.[3]
Pero en el transcurso de su gobierno inmediatamente dejó de lado su
discurso rupturista y pasó a traicionar los preceptos que lo llevaron al poder,
perdiendo paulatinamente el apoyo de todo el tejido social y político que lo
llevaron a Carondelet. “La caída del gobierno de Gutiérrez comenzó a partir
de la instauración de la denominada “Pichi Corte”, la cual decidió anular los
juicios contra los ex presidentes Abdalá Bucaram y Gustavo Noboa, así como el
del vicepresidente Alberto Dahik. Se originó así la “rebelión de los
forajidos”, quienes, el 20 de abril de 2005, consiguieron que se destituya al
presidente Gutiérrez por abandono del cargo y que sea reemplazado por el
vicepresidente Alfredo Palacio”.[4]
·
El Gobierno de Palacio
Este factor cobra mucha relevancia en este análisis porque nace públicamente
la figura de Rafael correa Delgado, quién antes de este gobierno se ganaba la
vida como consultor económico y profesor universitario. Pero, ¿Como asume el
poder Alfredo Palacio? “Alfredo Palacio, por sucesión, asumió la presidencia
de la República en un momento en que el Congreso Nacional tuvo que sesionar en
las instalaciones de CIESPAL, Centro Internacional de Estudios Superiores de
Comunicación para América Latina. Un grupo multitudinario de personas, bajo la
consigna de “fuera todos”, se trasladó a ese establecimiento para tomarse las
instalaciones y agredir a los diputados. En ese momento, Palacio, ya investido
como presidente, tomó la palabra para apaciguar los ánimos incandescentes de la
gente y prometió que en su mandato procurará “refundar” la República a través
de una reforma política”.[5]
Alrededor de este gobierno de transición empiezan a juntarse piezas
claves para el surgimiento de La Revolución Ciudadana, una de ellas es Rafael
Correa Delgado, quien es nombrado por Palacio como Ministro de Economía y
Finanzas por Palacio para dar un giro en política económica como lo relata
Moncayo “La designación, entonces, de Rafael Correa para ocupar ese cargo
que había sido ocupado por figuras como Mauricio Pozo y Mauricio Yépez, en el
gobierno de Gutiérrez, y antes por personalidades como Abelardo Pachano, Ana
Lucía Armijos, Jorge Gallardo, entre otros, respondía a la convicción de que el
pueblo esperaba un golpe de mano en la conducción de la política económica”.[6]
La gestión de Rafael Correa fue muy corta, pero su principal acción se
basó en una redistribución del FEIREP (Fondo de Estabilización, Inversión
Social y Productiva y Reducción del Endeudamiento Público), tal como lo
describe Patricio Moncayo: “40 por ciento para inversión productiva, cancelación
de la deuda del IESS y recompra de la deuda pública interna y externa, cuando
las circunstancias lo justifiquen. El 30 p o r ciento irá para proyectos de
inversión social, el 20 por ciento para estabilizar los ingresos petroleros y
el 10 por ciento para destinarlo a investigación científico-tecnológica.”
(Diario El Comercio: mayo 13 de 2005. Esta decisión generó desacuerdos de
varios frentes económicos terminando con su período en el Ministerio y así
inicia su carrera política.
Aquí una breve reseña de mi autoría publicado en el 2008:
“ Correa inició su carrera a la presidencia con un escaso 2% de
preferencia electoral en las encuestas, pero con un 70% de indecisión por parte
del electorado. Su imagen académica —por sus estudios realizados en el exterior—,
sumada a su discurso extremo antineoliberal, antiCongreso, antipartidos
políticos, antiimperialismo norteamericano, etc. comenzó a encender esperanza
en un pueblo ya cansado del quehacer político de los actores protagonistas
hasta ese entonces. Su estrategia de comunicación fue acertada, con lo cual
logró vender con claridad su propuesta antisistema e inició una subida
progresiva en las encuestas. Su principal oponente, en un inicio, fue el
abogado León Roldós, hermano del ex presidente Jaime Roldós Aguilera, quien
comenzó a disminuir en las encuestas, por lo que algunos consideraron su
alianza con el partido Izquierda Democrática y éste lanzó como binomio al
exitoso prefecto de Pichincha Ramiro González. Sin embargo, no se tomó en
cuenta que el gutierrismo, representado en ese entonces por el hermano del ex
presidente Gutiérrez, Gilmar Gutiérrez, realizaba un trabajo de campaña
silencioso en las provincias poco pobladas del país. Tampoco habría que dejar
de lado la campaña derrochadora del magnate Álvaro Noboa, quien por tercera vez
intentaba llegar a la presidencia de la República. Los resultados de las
elecciones, para quienes no estaban inmersos en el círculo político, fueron
sorprendentes. Los favoritos al inicio de la carrera —el binomio RoldósGonzález—,
por su desatino en las estrategias de campaña y el debilitamiento de los
partidos tradicionales, terminaron en cuarto puesto. A pesar del desprestigio
de Sociedad Patriótica en las principales ciudades del país, Gilmar Gutiérrez
consiguió un sorprendente tercer puesto. El joven y nuevo en política Rafael
Correa consiguió el segundo puesto, y pasó a la segunda vuelta detrás de Álvaro
Noboa. La creciente ola izquierdista reflejada en gran parte de Latinoamérica
originó lecturas claras de lo que podía pasar. Para la segunda vuelta
electoral, toda la tendencia de izquierda, e inclusive, de manera sorpresiva,
el populismo de Sociedad Patriótica apoyó el ascenso al poder de Rafael Correa
Delgado, mientras que la derecha, con temor de que el socialismo se inserte en
el sistema político ecuatoriano, apoyó a Álvaro Noboa. Los resultados fueron
claros: Rafael Correa ganó las elecciones por un amplio margen y se constituyó
como el nuevo presidente del Ecuador. Con ello se inició una nueva etapa para
el país, ya que se avecinaban decisiones importantes para cambiar nuestra
estructura orgánica”.[7]
Para ese entonces, como lo mencioné, a mis 26 años, era candidato a
Diputado Alterno por Pichincha, escaño que lo ganamos para ser testigo ya del
surgimiento de Rafael Correa al poder.
¿Pero cómo Rafael Correa logra cumplir con su principal promesa de
campaña, convocar a una Asamblea Constituyente, sin tener diputados a favor en
el Congreso Nacional?
Sin duda alguna fue una maniobra política controversial, ya que una vez
convocada el llamamiento a Asamblea Constituyente, el en ese entonces Tribunal
Supremo Electoral, al convertirse en máxima autoridad procede a destituir a 57
Diputados por obstaculizar el llamamiento a esta, causando que asuman dichas
funciones sus Diputados Alternos quienes la historia posteriormente los llamó
“diputados de los manteles”, quienes después dieron paso a las elecciones para
conformar la Asamblea Constituyente., las cuales las ganó con las de las dos
terceras partes el Movimiento y aliados al Presidente Correa
Así nace la Revolución Ciudadana en Ecuador, quiero compartir con
ustedes, antes de iniciar el análisis de proceso boliviano, que, en esa época,
cuatro meses antes de iniciar sus funciones la Asamblea de Montecristi, procedí
junto con mi Diputado principal a renunciar al Congreso Nacional, ya que era
impensable que desde enero del 2008 tanto la Asamblea como el Congreso nacional
puedan coexistir, tomando en cuenta que la primera poseía Plenos Poderes, aquí
mi carta de renuncia:
“Los momentos históricos
que está viviendo el país implican realizar una responsable reflexión y, a
través de ella, obtener una lectura clara sobre lo que el pueblo, a través de
las urnas, ha manifestado por tercera vez consecutiva. Los continuos errores
del quehacer político, la pérdida de credibilidad de nuestro sistema de
partidos y el escaso criterio sobre lo que realmente el país está esperando de
sus representantes han coadyuvado para que la representatividad política en el
Ecuador prácticamente se encuentre con los días contados. El Congreso Nacional,
hasta la presente fecha, no ha podido sintonizar el clamor de todo un pueblo,
que lo único que pide es la transparencia sobre los acuerdos, consensos y
diálogos para crear leyes que convengan a los intereses de la República. El
último proceso electoral ha originado un cisma dentro de estructuras
partidistas caducas y poco veraces, lo que ha obligado que muchos hombres y
mujeres libres despierten y manifiesten de manera frontal su desacuerdo con la
forma errónea de hacer política. Aquellos seres humanos que dicen la verdad
tarde o temprano serán descubiertos. Los hombres y mujeres de verdad jamás
claudican a sus principios y tienen la suficiente calidad moral para
convertirse en un verdadero referente. Por los motivos expuestos y en mi
calidad de Diputado Alterno por Pichincha, me permito presentarle mi renuncia
irrevocable por cuanto es necesario mencionar que en estos momentos es nuestra
obligación anteponer los intereses del país por encima del interés personal”.[8]
BOLIVIA: LA CONSTRUCCIÓN PARTICIPATIVA BOLIVIANA
Utilizando como texto de apoyo de Omar de León Naveiro, en donde se
realiza un trabajo descriptivo sobre las Nuevas estrategias económicas en
América Latina, Casos: Ecuador, Bolivia y Venezuela.
La llegada de poder de un miembro de la etnia aymara, después de 180
años de independencia en un país cuya mayoría es indígena, y como describimos
en el caso ecuatoriano, el agotamiento tanto político como económico de las
políticas públicas planteadas en la década de los 80 y 90, dieron como
resultado esta transformación política.
Sin embargo, en este análisis comparativo de los dos procesos, en el
caso boliviano pondremos más énfasis en el contexto económico, ya que la
llegada al Gobierno por parte del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo
Morales, se debe principalmente a la movilización social a partir de las
llamadas reformas de segunda generación, compuestas por privatizaciones de
grandes empresas públicas y las siguientes impopulares leyes:
·
Ley de Participación Popular (1994)
·
Ley de Descentralización Administrativa (1995)
·
Ley de Reforma Agraria (1996)
·
Ley de Reforma Educativa (1994)
Bolivia en los años noventa inicia una nueva etapa de impulso productivo
después de años de procesos de ajuste y estabilización con los PGDES, Planes de
Desarrollo Económico y Social para aplicar las directrices de desarrollo
impuestas por los organismos multilaterales, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) o el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID). Dichos planes se aplicaron en tres
gobiernos distintos:
I.- PGDES-92 ("Estrategia Nacional de
Desarrollo”), durante el Gobierno de Paz Zamora.
II.- PGDES-94
("Cambio para Todos”), durante el Gobierno de Sánchez Lozada.
III.- PGDES-97 ("BoliviaXXI País
Socialmente Solidario”), en el Gobierno de Banzer Suárez.
Según de León, “las líneas básicas del contexto económico e ideológico en que se
aplicaban inicialmente estos programas eran el desarrollo hacia fuera
(incentivo de las exportaciones y aprovechamiento de las ventajas
comparativas), estabilidad macroeconómica, generación de las condiciones
favorables a la inversión privada, continuación del programa de
privatizaciones, apertura externa, acercamiento a los procesos de integración
regional y papel meramente regulador del Estado.”[9]
Es decir el modelo neoliberal del Consenso de
Washington, iba prevaleciendo sobre las realidades reales del pueblo boliviano,
tan solo después de 1997, en el Diálogo Nacional, se incluyen planes de fomento
asociativo para pequeños productores, convirtiéndose en la primera experiencia
de construcción participativa: oportunidad (desarrollo económico), equidad
(desarrollo social y lucha contra la pobreza), institucionalidad y justicia
(desarrollo institucional y Estado de derecho) y dignidad (circuito coca-cocaína).
Así nace la Ley del Dialogo Nacional y esto germinará mas tarde como en el
Control Social sobre los poderes del Estado, ya constitucional en un futuro,
encontrando una semejanza fundamental con el proceso ecuatoriano.
El aumento de recursos hacia los gobiernos
locales para incrementar este modelo participativo dió como resultado la
convocatoria al Diálogo Nacional Bolivia Productiva tres años después para
identificar cadenas productivas de los territorios.
De igual manera va creciendo la articulación
del desarrollo rural, a través de la creación del PADER, Proyecto de Apoyo al
Desarrollo Económico Rural, el cual “se
proponía facilitar los procesos de concertación y coordinación de instituciones
públicas y privadas en los municipios para emprender proyectos productivos,
facilitando también asistencia técnica para orientar a las instituciones hacia
el objetivo del desarrollo económico”[10]
En definitiva son estas expresiones
participativas el caldo de cultivo para que van creando una nueva
institucionalidad, abriendo el espacio a nuevos actores que reclamaban una
nueva legitimidad sin exclusiones. Así llega el nuevo siglo, con una fracasada
agenda neoliberal con un coste social alto como desempleo, exclusión, pobreza,
informalidad y violencia.
Al igual que
Ecuador, el sistema de partidos predominante no estuvo a la altura de enfrentar
tal fracaso, al contrario, el statu quo era la tabla de salvación y
supervivencia política.
“El final del ciclo
neoliberal estuvo marcado por la llegada al Gobierno de fuerzas políticas con
un discurso transformador y un anclaje social mucho más amplio, dentro de una
adscripción ideológica ubicada a la izquierda del espectro político, con las
peculiaridades de cada proceso político nacional.”[11]
·
1999 Hugo Chávez, Movimiento por la V
República, en Venezuela;
·
2000 Ricardo Lagos, del Partido Socialista, en
Chile;
·
2003 Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de
los Trabajadores, en Brasil;
·
2003 Néstor Kirchner, del Partido
Justicialista. en Argentina;
·
2005 Tabaré Vázquez, del Frente Amplio,
Uruguay;
·
2006, Evo Morales, del Movimiento al
Socialismo, en Bolivia;
·
2007, Rafael Correa, del Movimiento Alianza
PAIS, en Ecuador;
·
2008, Fernando Lugo de la Alianza Patriótica
para el Cambio en Paraguay;
·
2011, Ollanta Húmala, del Partido Nacionalista
Gana Perú.
Otro factor histórico preponderante sin duda
alguna fue el intento de privatización del agua. En el año 2000 el gobierno de
Hugo Banzer firma un contrato para privatizar el agua de la región, incluyendo
al uso de agua doméstica y sobre todo de riego en Cochabamba, con el aumento de
un 35% de la tarifa lo cual causa grandes protestas y originando la aprensión
de dirigentes de la Coordinadora para la Defensa del Agua y de la
Federación de Regantes (FEDECOR). También se suman a las protestas los
cultivadores de coca, maestros rurales, estudiantes y agricultores.
“Esta actuación fue
un paso significativo desde la participación social y económica, que se habían iniciado
a lo largo de la década anterior, hacia la acción política.”[12]
Finalmente, la Guerra del Gas, en donde
Sánchez de Lozada decide exportar gas boliviano hacia México y Estados Unidos a
través del puerto chileno de Mejillones, causando molestia entre los bolivianos
sobre todo por la disputa histórica con Chile sobre el acceso al mar.
Luego de estos episodios las fuerzas
opositoras cobran fuerza:
“Las principales
fuerzas de oposición incrementan su protagonismo, especialmente el Movimiento
al Socialismo (MAS), encabezado por Evo Morales; la Confederación Obrera
Boliviana (COB), liderada por Jaime Solares; la Confederación Sindical Única de
Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), dirigida por Román Loayza; el
Movimiento Indígena Pachakutic (MIP), encabezado por Felipe Quíshpe, y la
Federación de Juntas Vecinales de El Alto (FEJUVE), dirigida por Mauricio Cori”.[13]
Así inicia el proceso histórico boliviano, con
la huida de Sánchez con firma de renuncia, finalizando la etapa neoliberal.
Asume la presidencia Carlos Mesa, quien convoca a Referéndum para nacionalizar
los hidrocarburos y convoca a una Asamblea Constituyente el año siguiente; sin
embargo, el ambiente se pone más tenso, decretando elección de prefectos
limitando al histórico centralismo. Esto le resta apoyo en el parlamento que lo
obliga a renunciar, asumiendo de manera interina el presidente de la Corte
Suprema Eduardo Rodríguez, quien mantiene la Asamblea Constituyente y convoca a
elecciones presidenciales.
El 18 de diciembre, el Movimiento al
Socialismo de Evo Morales gana con el 54% de los votos. El nuevo presidente
asumió el cargo el 22 de enero de 2006 y así inicia un nuevo proceso en la
región.
En concusión las alternativas o procesos
analizadas tanto en Ecuador como en Bolivia, en general tienen mas semejanzas
que diferencias, principalmente porque ambas nacen desde el fracaso político y
económico de la política neoliberal impuesta desde el Consenso de Washington;
sin embargo a diferencia de Ecuador, Bolivia si tuvo un proceso sistemático de
dialogo participativo, que indirectamente sirvió sobre todo para articular
movimientos y actores que antes estuvieron excluidos de las decisiones por una
élite criolla.
Ya la historia juzgará como estos procesos
contribuyeron o no al desarrollo y democracia, los siguientes años.
BIBLIOGRAFIA
· ESPINÓS
José Déniz, DE LEON NAVEIRO Omar y PALAZUELOS MANSO Antonio, NUEVAS ESTRATEGIAS
ECONÓMICAS EN AMÉRICA LATINA; LOS CASOS DE BOLIVA, ECUADOR Y VENEZUELA, LOS
LIBROS DE LA CATARATA, 2011. Madrid, España
ORTI
Javier, “Gobiernos: de la ley del más fuerte al hiperpresidencialismo”,
EDICIONES LEGALES, 2008. Quito, Ecuador
MONCAYO Patricio, “Con la Democracia a Cuestas”, UNIVERSIDAD ALFREDO PEREZ GUERRERO, 2009. Quito, Ecuador.
MONCAYO Patricio, “Con la Democracia a Cuestas”, UNIVERSIDAD ALFREDO PEREZ GUERRERO, 2009. Quito, Ecuador.
[1] ORTI Javier, “Gobiernos: de la ley del más fuerte al
hiperpresidencialismo”, pág. 124. EDICIONES
LEGALES, 2008. Quito, Ecuador
[2] MONCAYO Patricio, “Con la Democracia a Cuestas”, pág. 238.
UNIVERSIDAD ALFREDO PEREZ
GUERRERO, 2009. Quito, Ecuador.
[3] MONCAYO Patricio, “Con la Democracia a Cuestas”, pág. 242.
UNIVERSIDAD ALFREDO PEREZ
GUERRERO, 2009. Quito, Ecuador.
[4] ORTI Javier, “Gobiernos: de la ley del más fuerte al
hiperpresidencialismo”, pág. 127. EDICIONES
LEGALES, 2008. Quito, Ecuador
[5] ORTI Javier, “Gobiernos: de la ley del más fuerte al
hiperpresidencialismo”, pág. 128. EDICIONES
LEGALES, 2008. Quito, Ecuador
[6] MONCAYO Patricio, “Con la Democracia a Cuestas”, pág. 312 .
UNIVERSIDAD ALFREDO PEREZ
GUERRERO, 2009. Quito, Ecuador.
[7] ORTI Javier, “Gobiernos: de la ley del más fuerte al
hiperpresidencialismo”, pág. 128. EDICIONES
LEGALES, 2008. Quito, Ecuador
[8] ORTI Javier, “Gobiernos: de la ley del más fuerte al
hiperpresidencialismo”, pág. 137 - 138. EDICIONES
LEGALES, 2008. Quito, Ecuador
[9] ESPINÓS José Déniz, DE LEON NAVEIRO Omar y PALAZUELOS MANSO
Antonio, NUEVAS ESTRATEGIAS ECONÓMICAS EN AMÉRICA LATINA; LOS CASOS DE BOLIVA,
ECUADOR Y VENEZUELA, pág. 30. LOS LIBROS DE LA CATARATA, 2011. Madrid, España
[11] ESPINÓS José Déniz, DE LEON NAVEIRO Omar y PALAZUELOS MANSO
Antonio, NUEVAS ESTRATEGIAS ECONÓMICAS EN AMÉRICA LATINA; LOS CASOS DE BOLIVA,
ECUADOR Y VENEZUELA, pág. 34. LOS LIBROS DE LA CATARATA, 2011. Madrid, España
[12] ESPINÓS José Déniz, DE LEON NAVEIRO Omar y PALAZUELOS MANSO
Antonio, NUEVAS ESTRATEGIAS ECONÓMICAS EN AMÉRICA LATINA; LOS CASOS DE BOLIVA,
ECUADOR Y VENEZUELA, pág. 36. LOS LIBROS DE LA CATARATA, 2011. Madrid, España
[13] ESPINÓS José Déniz, DE LEON NAVEIRO Omar y PALAZUELOS MANSO
Antonio, NUEVAS ESTRATEGIAS ECONÓMICAS EN AMÉRICA LATINA; LOS CASOS DE BOLIVA,
ECUADOR Y VENEZUELA, pág. 37. LOS LIBROS DE LA CATARATA, 2011. Madrid, España
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