Hoy 4 de abril del 2017 se vive
un episodio triste para la vida política del Ecuador. El CNE, plagado de todo
tipo de desconfianza por su cuestionada conformación, producto de un sistema
hiperpresidencialista (tema que ya profundizaremos después), publica a estas
horas en su web oficial que luego de ser escrutado el 99,65%, Lenin Moreno de
Alianza País obtiene el 51.16% contra el 48.84% de Guillermo Lasso de CREO, de
votos consolidados, pero con el dato importante del 0,66% de votos blancos y el
6,32% de votos NULOS. Siendo las
13:30 el CNE declara como ganador a Lenin Moreno.
La tarde del 02 de abril,
exactamente a las 17 horas, tres empresas mediante encuestas a boca de urna (Exit
Poll) dan como virtual ganador a Guillermo Lasso, hasta con 6 puntos de
diferencia, mientras que una empresa le da el triunfo a Lenin Moreno por 4
puntos. Posteriormente, se dan a conocer los resultados del Conteo Rápido tanto
del CNE como de Participación Ciudadana, en donde le dan una ligera ventaja al
candidato oficialista, tomando en cuenta que Participación Ciudadana tomó una
decisión responsable de no publicar cifras por estar dentro del rango de margen
de error.
Cuando aparecen los datos
oficiales del CNE, los cuales reflejan una tendencia irreversible de triunfo
para el oficialismo, esta desconfianza empieza a crecer y más aún cuando las inconsistencias
de actas versus resultado del escaneo son evidentes, y esto ocasiona la
movilización legítima de varios ciudadanos a la protesta en las inmediaciones
del CNE y en varias provincias del país, más allá de los procedimientos legales
que de acuerdo a la Ley tienen la organizaciones políticas para impugnar los
resultados.
No sabemos cómo va a terminar
este dilema, sin embargo, es necesario ahora analizar cronológicamente que ocasionó
que la oposición pierda la oportunidad histórica de ganar la presidencia, sin
un Rafael Correa de candidato, con un binomio oficialista involucrado en supuestos
actos de corrupción y un gobierno desgastado por la crisis económica imperante.
Desde mi punto de vista la
estrategia del gobierno siempre fue la de escoger y fortalecer a un legítimo
contradictor que le convenga para ganar las elecciones, lo óptimo era ganar en
primera vuelta, y de no ser el caso, como así sucedió, llegar a una segunda
vuelta contra un contrincante lo suficientemente cuestionable, sea por historia
económica y política, o por su círculo cercano. Este plan comenzó a ejecutarse
desde las elecciones del 2013, donde, a pesar de su apabullante triunfo,
identificó a Guillermo Lasso como el líder de oposición conveniente a sus
intereses.
Esto generó que el líder de CREO
se autonombre el legítimo político de la oposición, sin dar el mínimo espacio
de discusión, y por esta razón, ocasionar que una sola UNIDAD anti AP se
convierta en una realidad (PRIMER ERROR).
Por lo tanto, esta actitud no aglutinaba a todo ese 70% que no votó por Lenin
Moreno en la primera vuelta, y, al contrario, comenzó a cuestionar a todo actor
que optaba por caminar por los senderos de la oposición, principalmente si estos
venían o fueron parte en cierta medida de los 10 años de correísmo y dentro del
proceso se fueron desencantando (SEGUNDO
ERROR).
A partir de esta actitud, muchos
actores políticos buscaron hacer otras unidades, de diversas tendencias y
corrientes ideológicas.
1.- LA UNIDAD. –
Se proyectaba como la más potente
idea de aglutinación electoral, porque nacía desde tres autoridades locales
donde se concentran la mayor cantidad de votación, Jaime Nebot, Alcalde de
Guayaquil; Mauricio Rodas, Alcalde de Quito y Paul Carrasco, Prefecto del
Azuay. Posteriormente se une Ramiro González de Avanza, Partido Político
ganador de 38 Alcaldías y 1 Prefectura en el 2014, César Montufar del
Movimiento Concertación; Marcelino Chumpí, Prefecto de Morona; Julio Robles,
Alcalde de Tulcán; entre varios actores más. Sin embargo, esta UNIDAD, se automutiló
por los siguientes factores:
a.- Al ser una CONVERGENCIA de
ideologías, que iban desde la izquierda hasta la derecha, pero con mínimos
acuerdos de gobernabilidad, nunca se logró venderla así, sino como una simple
alianza electoral, lo que generó ataques fulminantes del oficialismo y
cuestionamientos hacia los participantes de ésta, principalmente por parte de
LASSO Y PAEZ por la presencia de Ramiro González, por haber sido parte del
gobierno dos años antes (TERCER ERROR).
b.- La expectativa de la mayoría
de los actores estaban en la posible candidatura de Jaime Nebot, de ahí partía
todo, a pesar de su negación constante a esta posibilidad. Para acabar con esta
expectativa el Partido Social Cristiano, sin consultar en el seno de la UNIDAD,
lanza el nombre de Cynthia Viteri, (CUARTO
ERROR) lo que produce una desazón y origina que dos de sus actores fundamentales
inicien conversaciones con Lasso, Paul Carrasco y Guillermo Celi de SUMA.
c.- A pesar de esto, se limaron
asperezas y se creó una metodología para elegir la candidatura presidencial que
confluyó en que se dirima entre Cynthia Viteri y Paul Carrasco en base a
encuestas, las que al final dieron como resultado que la candidata sea Cynthia
Viteri, con la facultad de que solo ella escoja su binomio (QUINTO ERROR). Esto generó que Paul Carrasco
se vaya distanciando, teniendo después un acuerdo con Guillermo Lasso, al igual
que la salida de SUMA que terminó negociando espacios en la Asamblea para crear
la Alianza CREO - SUMA 21 23.
d.- Para la conformación de la
Lista de Candidatos a Asambleístas Nacionales, la casi totalidad de los
miembros de la UNIDAD respaldan la posibilidad de que Ramiro González de
AVANZA, abra la lista. Pero resulta que Cesar Montufar de Concertación discrepa
y envía un audio de disconformidad a sus dirigentes (SEXTO ERROR). Audio que se filtra para conocimiento Público y es
utilizado para iniciar un ataque desmedido hacia esta posibilidad tanto desde
fuera de la UNIDAD, como y sobre todo dentro del equipo cercano a Cynthia
Viteri.
e.- Es así que, se anuncia la disolución
definitiva de la UNIDAD por parte de Cynthia Viteri para ir sola a la contienda
electoral aduciendo que ya nada la condiciona, no tiene anclas y que la
"mochila ahora la cargan otros". (SÉPTIMO ERROR).
En definitiva, estos errores
cobraron factura a todos los miembros de UNIDAD, por un lado, a Avanza y
Concertación que decidieron correr sin candidato presidencial para no dispersar
la oposición, pero sin obtener un solo escaño en la Asamblea Nacional, en
segundo lugar a Cynthia Viteri y el PSC por no alcanzar la segunda vuelta y
sacar un número de Asambleístas menor al que tenían. Carrasco y SUMA lograron por
lo menos unos pocos escaños al lograr negociar con Lasso.
2.- EL ACUERDO NACIONAL POR EL CAMBIO.
-
Las izquierdas conformadas por la
Unidad Popular (ex MPD), Pachakutic, la “nueva” Izquierda Democrática, entre
otras agrupaciones, otros personajes desencantados del correismo y movimientos
sociales, deciden apostarle al ex Alcalde de Quito el Gral. Paco Moncayo, idea
que cobró mucha fuerza inicial y se fue desinflando por lo siguiente:
a.- La falta de un mensaje claro
anti gobierno en un sistema netamente polarizado, un comentario tergiversado de
Moncayo en una radio del país: "Dije y lo digo ahora. Voy a apoyar al
candidato (en caso de que haya segunda vuelta y él no llegue) que se comprometa
con nuestro programa de gobierno (...) Hay elementos que van más allá de
derechas e izquierdas. Si Lenín Moreno acoge los temas de suprimir la función
aquella, de independizar la justicia, ¿por qué no (apoyarlo)? " (OCTAVO ERROR). Por más que trató de aclarar
esto, las redes sociales ahogaron cualquier intento de aclaración.
b.- Los aliados le restaron votos,
tanto algunos que lo ayudaron a conformar el acuerdo como sobre todo los que se
sumaron después como el Prefecto Jimmy Jairala (NOVENO ERROR), que también al haber sido aliado al gobierno
inicialmente, también por la polarización le quitó legitimidad de ser candidato
de la oposición, alianza muy comprensible tomando en cuenta que la principal
debilidad de Moncayo era su entrada a la Costa Ecuatoriana y la estructura del
Guayas del Prefecto ayudaría mucho.
c.- La conformación de listas
separadas tanto para Asambleístas Nacionales como para Provinciales le pasaron
factura a la hora de conseguir escaños en la Asamblea. (DÉCIMO ERROR).
d.- Su binomio, una guayaquileña
del sector emprendedor y educativo ni le resto ni le sumó. (DÉCIMO PRIMER ERROR).
En conclusión, la candidatura de
Moncayo fue perdiendo potencia por errores comunicacionales a pesar de que,
concatenando con una encuesta de Market, era el candidato que sí le garantizaba
en segunda vuelta un triunfo de la oposición, pero no logró convencer cayendo
en la trampa del oficialismo por no ser su legítimo contradictor de
conveniencia. Lasso le quito mucha votación por venderse como el mejor segundo.
3.- LA ALIANZA CREO SUMA
Regresando a la ALIANZA que pudo llegar
a la segunda vuelta, una vez que se vendió como la auténtica y “pura oposición”
sin “nadie” que haya ni siquiera pensado en la Revolución Ciudadana y su proceso,
logra también con la ayuda de las mismas encuestas del gobierno, proclamarse
como el mejor segundo, dueños totales de la otra orilla del río llegaron a
convencer al 48.84% (según CNE oficial) del país a tan solo 2.32% del
oficialismo. Pero, ¿Qué faltó para llegar sin problemas a ganar?
Al inicio resalté el 6,32% de votos NULOS, en este grupo están
quienes votaron en contra de ambas posturas, quizás si se lograba convencer a
la mitad de este grupo hablaríamos ya de otro presidente, no será que ¿faltó
incluir o dialogar con más actores?, ¿Tenía razón el binomio de Dalo Bucaram, Ramiro
Aguilar?, quien en una entrevista concedida a la revista virtual Plan V dijo en
pocas palabras que Lasso no ha logrado calar en ese Ecuador profundo lleno de
pobreza.
Más que señalar los errores que
se cometieron es mejor plantearles las siguientes preguntas:
¿Sirvió emular el mensaje de 1
millón de empleos de otras campañas, contra la demagógica propuesta de
triplicar el bono?
¿Qué tanto le sumó su binomio Andrés
Páez, quien siempre tuvo un discurso confrontador, negativo e intolerante hacia
otros actores políticos?
¿Qué tanto le sumó la estructura
de SUMA en Quito? ¿Valió la pena sacrificar cuadros de CREO en Pichincha y a
nivel nacional por tres o cuatro escaños en la Asamblea?
¿Fue oportuno pedir ayuda recién
en segunda vuelta a las organizaciones políticas que conformaron el Acuerdo por
la Transparencia del Voto?
¿A falta de un 2,32% fue correcto
subestimar el acercamiento con más organizaciones de la oposición?
Para terminar, más allá de la
existencia de un supuesto fraude, hay que tener varias lecturas sobre lo
sucedido. Corregir estos errores no es fácil mientras en la oposición exista
demasiadas vanidades. Nuevamente se subestimó lo que ya sabíamos que el
gobierno iba a utilizar, como son los canales y radios públicas, inauguraciones
de obras, toda la burocracia movilizada y más ventajas. Pero igual, decidimos
no unirnos porque supuestamente en una segunda vuelta todos se unirían, pero
queda claro que los votos no se endosan, que el comportamiento electoral del
pueblo requiere un estudio minucioso sin menosprecio, que las redes sociales influyen,
pero no reemplazan al trabajo de territorio y que sobre todo se vienen
elecciones seccionales las cuales se perderán si se siguen cometiendo los
mismos errores.